miércoles, 12 de agosto de 2009

*Sorpresas. (Capitulo 1)

Bueno aca les dejo el primer capitulo de mi historia ''Mas Alla De Una Estrella'' espero qe les guste.
*Sorpresas.

- No puede ser, esto es desastroso –oía gritar a mi hermano Lucas desde la otra habitación- no pueden estar jugando tan mal –sentenciaba.
Me dí cuenta que le hablaba a mi hermano menor y a mi padre, y recordé que estaban mirando un partido de basketball en la televisión. Supuse que con sus gritos se refería a éste, pero ¿sabría el que por más que le gritara al televisor, los gritos no llegarían hasta donde el partido se disputaba? A veces no comprendía sus acciones, supuse que esta sería otra de esas.

Yo estaba tirada en la cama de mi cuarto escuchando música, como lo hacia todas las noches de vacaciones, perdiendo la noción del tiempo. Era normal que no supiera que día de la semana era, pero en vacaciones esto empeoraba.
Quedé mirando mi pequeña biblioteca. No con mucha variedad de libros, ya que no me gustaba leer, pero por alguna desconocida razón ese verano me había empezado a interesar por los libros. Creí que el extrañar a mis amigos y mí estado de aburrimiento sin nada que hacer contribuían a esto.

De repente sonó mi celular, había llegado un mensaje. Era de mi mejor amiga, Paz, ella estaba de vacaciones en San José, no la veía desde hacia mucho, pero cada tanto nos poníamos en contacto por mensaje de texto.
El mensaje decía simplemente ‘Hola ¿Cómo estas? Estoy aburrida’. A veces me sentía culpable, ya que ella siempre respondía mis mensajes, al contrario de mi, yo casi nunca los respondía, no tenia razón alguna simplemente no lo hacía. No le contesté y apagué el celular.

Seguí vacilando frente a mi biblioteca que libro iba a empezar a leer. Tomé uno que hacia tiempo ya que estaba ahí y nunca lo había leído, así que lo comencé.
El libro trataba de dragones y jinetes que intentaban proteger algo realmente valioso…pero no pude terminar de saber que era porque me quedé dormida a los primeros diez capítulos.

Desperté sobresaltada en cuanto mi madre me sacó el libro de debajo de mi cara sustituyéndolo por mi almohada. Ella empezó a mover la boca como si estuviera hablando pero las palabras no salían de ella. En ese momento me di cuenta que todavía tenia los auriculares en mis oídos y no me dejaban escuchar el susurro en el cual hablaba mi madre. Me desconecté los auriculares y logré escuchar el susurro de su voz.
- Buenas noches Angela –me dijo acariciando mi pelo castaño claro- que duermas bien.
- Muchas gracias mami –respondí mientras hundía mi cabeza en la almohada.
- Esto… ¿no querés ponerte derecha en la cama? Capaz que así estás incomoda –señaló.
Hasta ese momento no me había dado cuenta de que estaba atravesada diagonalmente en la cama y con la cabeza donde tendrían que estar mis pies.
- No, estoy bien gracias ma –estaba tan cansada que no me importaba como durmiera mientras lo hiciera.
Se dió media vuelta y salió de mi habitación hacia la oscuridad de la sala de estar. Todo estaba oscuro y quise saber que hora serian. Fuí a la cocina para ver el reloj; eran las dos de la mañana. Quise volver a conciliar el sueño, pero no pude, estaba desvelada. Prendí la luz y cerré la puerta para no despertar a los demás. Retomé el libro que había dejado horas atrás, pero no tenia ganas de seguir leyéndolo. Me tendí en la cama, con la cabeza en donde estaba ahora mi almohada y empecé a hojear el libro.

Era viejo, las hojas estaban amarillentas pero la letra era clara, lo sacudí para ver que ninguna hoja estuviera suelta, y sentí caer algo.
Miré desconcertada al suelo y había un sobre cerrado. Lo miré durante varios minutos con la duda de si abrirlo o no, así que lo tomé en mis manos y comencé a examinarlo.
Era casi tan amarillento como las hojas del libro donde se encontraba. El sobre no decía nada, ni destinatario, ni remitente…nada. Ante la curiosidad que me causó, lo abrí.
En el sobre había dos cosas, una carta y lo que parecía ser un camafeo cerrado. Me decidí por leer la carta y esta decía.

Querida Angela: -esto me asombró tanto que quedé boquiabierta, la carta era para mí-
Espero que esto llegue a tus manos, el libro es solo para proteger e infiltrar la carta hasta que haya llegado a vos. Espero que no estés lo bastante aterrada o sorprendida de que la carta fuera para vos, pero tenia miedo de que yo no te lo pudiera llegar a contar, entonces se me ocurrió lo de la carta y dejarla en el libro y regalarte el libro con la esperanza de que alguna vez lo hojearas por lo menos…
Te tengo que confesar algo que no se lo podes contar a nadie, espero que leas esto antes de que me haya ido de este mundo, así te podré aclarar algunos puntos de lo que te voy a contar.
Hay un lugar llamado Sunmoon, un lugar al cual espero que puedas llegar, al igual que yo. Un lugar increíble e imposible de describir con palabras cotidianas…allí podrás descubrir cosas que nunca imaginaras sobre ti misma y una misión que te está esperando, intenta cumplirla. Yo no lo he conseguido, pero esta vez se trata de ti.
En cuanto al camafeo cerrado, podrás abrirlo cuando llegues allá, no antes, podrás descubrir su interior.
Si llegás allá, habará alguien que te lo explique todo.
Por ahora me despido mi Angela.
Con todo el cariño de mi corazón, tu abuelo Tomás.


Terminé de leer la carta y quedé paralizada. Sentí que algo húmedo descendía por mi mejilla, una lágrima, una extensa y dolorosa lágrima que cayó sobre el papel de la carta ya leída. La lágrima alcanzó el papel mojándolo, cuando de un momento a otro este se disolvió en mis manos, como si fuera arena, se filtraba entre mis dedos.
Miré confusa al suelo esperando a ver un montón de…algo, los restos de lo que había sido la carta de mi abuelo, pero allí no había nada.
El miedo me invadió, parecía que la lágrima hubiera sido ácido en lugar de solo agua salada; guardé el camafeo dentro del sobre y el sobre dentro del libro
Y este en la biblioteca bruscamente.
Me tendí en mi cama queriendo dormir, pero casi estaba temblando y no sabia el motivo, pero estaba segura que la carta había tenido mucho que ver; la tristeza y el dolor de recordar a mi abuelo, que había muerto hacía ya dos años, me carcomía por dentro. Él y yo éramos muy unidos, casi inseparables, nos teníamos confianza ciega mutuamente…seguramente por eso me dolió tanto cuando se fue, y recordarlo me hacía revivir ese dolor.
Quise poder dormirme y así lo hice.

Al despertar no sabía si aquello había sido un sueño o no; deseé que hubiera sido solo un sueño y para salir de mi duda, corrí hacia la biblioteca, agarré el libro y lo sacudí; respectivamente allí estaba el sobre con el camafeo dentro.
Había sido cierto...y tenía muchas preguntas a las que yo no les podía dar respuesta: ¿Por qué yo y no mis hermanos? ¿Qué era Sunmoon? ¿Dónde estaba? ¿De qué misión me hablaba mi abuelo? ¿Descubrirme, a mí? ¿Quién estaba en Sunmoon que me lo explicaría todo? ¿Por qué me había dejado el camafeo y qué tendría adentro? ¿Cómo llegaría a Sunmoon?...el hilo de mis pensamientos se cortó cuando mi madre me llamó a desayunar.

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